Nueva salida a mosca por la ría. Las pequeñajas están por ahí pero seguimos a la espera de que lleguen sus hermanas mayores. Por lo menos amenizan algo unas jornadas que serían muy aburridas de otra manera.
Varios seguimientos y algún amago, pero al final el Oscar se lo llevo esta valiente con una terrible actuación a los pies del cámara. Se trago un pequeño popper hasta el fondo. De hecho ni se le ve en la boca, aunque luego fue fácil sacárselo (ni siquiera estaba clavado) y sigue nadando preguntándose quien era el capullo que le ha amargado el desayuno esta mañana.
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